En CeleBreak, florecen narrativas que van más allá del juego, revelando cómo el fútbol se convierte en una experiencia mucho más profunda que una simple actividad deportiva. Y la historia de Nuruzzaman Rony Korim Begum no es la excepción. “Rony” como es conocido en nuestra comunidad, nos contó cómo el fútbol le ayudó a integrarse a la sociedad.
Rony, originario de Bangladesh, aterrizó en España en 2008 con tan solo 11 años de edad, buscando horizontes prometedores. Su llegada no solo marcó un cambio geográfico, sino también un renacimiento personal. “Fue un proceso de adaptación desafiante”, rememora, “pero el fútbol se convirtió en mi refugio desde el principio”.
La integración en una nueva sociedad puede ser todo un desafío, pero para Rony, el fútbol se erigió como un lenguaje universal, trascendiendo las barreras culturales. “En el fútbol, no importa si compartes el mismo idioma con tu compañero. Eso me permitió socializar más y aprender el idioma rápidamente”, comparte con una sonrisa que refleja la conexión única que el deporte le brindó.
NO ME SENTÍA BIEN MENTALMENTE, NECESITABA DESAHOGARME Y ENTONCES DESCUBRÍ CELEBREAK'
—Rony
Desde sus primeros días en España, Rony encontró en el fútbol una constante, jugando en el patio del colegio apenas aterrizó en su nuevo hogar. Su travesía en el deporte lo llevó desde el fútbol sala en Mataró hasta sumergirse en el fútbol 11, pasando por diferentes categorías. Su determinación y talento fueron reconocidos cuando, aún siendo cadete, ascendió al primer equipo del Castellar del Valles, el cual competía en aquel entonces en primera categoría catalana.
A pesar de sus aspiraciones de convertir el fútbol en su estilo de vida, la realidad económica y familiar lo condujo a dar un desvío a los 17 años. Tuvo que apartarse temporalmente del fútbol para abrazar el trabajo y asegurar la estabilidad financiera en su hogar. Fue una pausa forzada en su pasión, pero la llama nunca se extinguió por completo.
Años después, durante la pandemia, se halló en un punto de inflexión. “No me sentía bien mentalmente, necesitaba desahogarme y entonces descubrí CeleBreak”. Su retorno al campo no fue simplemente un retorno al juego; fue una reconexión con las sensaciones de su adolescencia.
“Halandowski”, como se identifica en la aplicación de CeleBreak, ha acumulado más de 150 partidos con la comunidad. CeleBreak, para él, no es simplemente un lugar para jugar al fútbol; es su refugio para desconectar del día a día y disfrutar con personas que han llegado a convertir en amigos.
El valor del buen ambiente en los partidos organizados por CeleBreak es lo que destaca con más énfasis. “He hecho un montón de amigos de todas las nacionalidades. Los organizadores te tratan increíblemente bien, creando una conexión que te motiva a seguir viniendo”, subraya con gratitud.
Hoy en día, Rony forma parte de una comunidad de más de 20 mil jugadores activos en CeleBreak y se encuentra segundo en la Barceloneta League con su equipo: Sparta de la Risa.
Su historia no solo es un testimonio de su amor por el fútbol, sino también un recordatorio del poder de la comunidad y cómo, a través de CeleBreak, las personas pueden encontrar algo más que partidos de fútbol: una conexión auténtica que trasciende nacionalidades y religiones.